Posiblemente, uno de los pueblos más bonitos de Madrid, donde cada rincón inspira a ser fotografiado. Rodeado de casas de pizarra y bellos paisajes, Patones, es sin duda, un pueblo de cuento.

Pero, ¿cuál es su historia?:

Cuentan leyendas locales, que gracias a su difícil acceso y localización, Patones, fue uno de los pueblos que logró pasar inadvertido frente a la invasión napoleónica. Pero se han encontrado documentos que tiran por tierra esas afirmaciones.

En realidad, su historia trata de un grupo de pastores cuyo apellido era Patón, provenientes de Uceda, que fundaron esta localidad en el s. XVI, y debido a su larga distancia con ésta, decidieron nombrar a su propio Rey para que resolviese sus problemas. 

 Será más adelante, Carlos III, quién en el s.XVIII por petición de la figura del Rey de Patones, dé la independencia del pueblo respecto a Uceda y pueda así, tener su propia autonomía.

Previo a esto, hace 30.000 años, en la Edad de Piedra, vivieron en la Cueva del Reguerillo nuestros antepasados, donde se han encontrado pinturas rupestres. Hoy, en la actualidad, éstas se encuentran cerradas al público, pero se puede pasar por delante cuando asciendes a Patones por la Senda Ecológica del Barranco, que une Patones de Arriba con Patones de Abajo.

(Imagen: fachada del Restaurante El Rey de Patones)